Como su palabra lo dice viene de lo natural, de lo original, pero hoy en día toda la belleza del planeta se esta acabando, cada día estos terrenos de hermoso paisajes se van acabando y destruyendo por la mano del hombre.
La naturaleza es el conjunto de todo lo que tiene el mundo, como plantas y animales, y son cosas que debemos cuidar por lo menos, para poder disfrutar de la belleza de ella.
La naturaleza, en su sentido más
amplio, es equivalente al mundo natural, universo físico, mundo
material o universo material. El término “naturaleza” hace referencia
a los fenómenos del mundo físico, y también a la vida en
general. Por lo general no incluye los objetos artificiales ni la intervención
humana, a menos que se la califique de manera que haga referencia a ello, por
ejemplo con expresiones como “naturaleza humana” o “la totalidad de la
naturaleza”. La naturaleza también se encuentra diferenciada de lo sobrenatural.
Se extiende desde el mundo subatómico al galáctico.
¿QUE ES LA NATURALEZA?
La palabra “naturaleza” proviene de la palabra
germánica naturist, que significa ‘el curso de los animales’, ‘carácter
natural’.Natura es la traducción latina de la palabra griega physis (φύσις),
que en su significado original hacía referencia a la forma innata en la que
crecen espontáneamente plantas y animales. El concepto de
naturaleza como un todo —el universo físico— es un concepto más
reciente que adquirió un uso cada vez más amplio con el desarrollo del método
científico moderno en los últimos siglos.
LA TIERRA
Vista de la
Tierra, tomada en 1972
por la tripulación del Apolo
17.
|
La Tierra es el quinto
mayor planeta del Sistema Solar y el tercero en orden de
distancia al Sol. Es el mayor de los planetas telúricos o interiores
y el único lugar del universo en el que se sabe que existe vida.
Los rasgos más prominentes del clima
de la Tierra son sus dos grandes regiones polares, dos zonas
templadas relativamente estrechas y una amplia
región ecuatorial, tropical y subtropical. Los
patrones de precipitación varían enormemente dependiendo del lugar,
desde varios metros de agua al año a menos de un milímetro. Aproximadamente el
70 por ciento de la superficie terrestre está cubierta
por océanos de agua salada. El resto consiste
en continentes e islas, situándose la gran mayoría de la tierra
habitable en el hemisferio norte.
La tierra ha evolucionado mediante
procesos geológicos y biológicos que han dejado vestigios de las condiciones
originales. La superficie externa se halla fragmentada en
varias placas tectónicas que se van desplazando muy lentamente a
medida que avanza el tiempo geológico (si bien al menos varias veces en la
historia han cambiado de posición relativamente rápido). El interior del
planeta permanece activo, con una gruesa capa de materiales
fundidos y un núcleo rico en hierro que genera un potente campo
magnético. Las condiciones atmosféricas han variado
significativamente de las condiciones originales por la presencia de formas de
vida, que crean un equilibrio ecológico que estabiliza las condiciones de la
superficie. A pesar de las grandes variaciones regionales del clima por
la latitud y otros factores geográficos, el clima global medio a
largo plazo está regulado con bastante precisión, y las variaciones de un grado
o dos en la temperatura global media han tenido efectos muy importantes en el
equilibrio ecológico y en la geografía de la Tierra.
Las plantas terrestres
y los hongos son
parte de la
naturaleza de la Tierra desde los últimos 400 millones
de años.
|
Basándose en las pruebas disponibles,
los científicos han recabado información detallada acerca del pasado del
planeta. Se cree que la Tierra se formó hace aproximadamente 4.550 millones de
años a partir de la nebulosa protosolar, junto con el Sol y otros
planetas. La Luna se formó relativamente poco después
(aproximadamente 20 millones de años más tarde, hace 4.530 millones de años).
Al principio fundida, la capa exterior del planeta se enfrió, dando lugar a la
corteza sólida. Las emisiones de gases y la
actividad volcánica formaron la atmósfera primordial.
La condensación del vapor de agua, junto con
el hielo de los cometas que en aquella época impactaban con
la Tierra, crearon los océanos. Se cree que la química altamente
energética produjo una molécula que se autoduplicó hace aproximadamente 4.000
millones de años.
Los continentes se
formaron, se separaron y se volvieron a unir durante cientos de millones de
años, combinándose en ocasiones para formar un supercontinente. Hace
aproximadamente 750 millones de años, el primer supercontinente
conocido, Rodinia, comenzó a fracturarse. Más tarde, los continentes se
volvieron a unir para formar Pannotia, que se dividió hace aproximadamente
540 millones de años. El último supercontinente que conocemos es Pangea,
que comenzó a romperse hace aproximadamente 180 millones de años.
Mariposa, la naturaleza que descuidamos. |
Hay pruebas significativas, aún
discutidas entre la comunidad científica, de que una severaera
glacial durante el Neoproterozoico cubrió gran parte del planeta
con una gruesa capa de hielo. Esta hipótesis se ha llamado la “Tierra bola de
nieve”, y es de especial interés, ya que precede a la explosión
cámbrica en la cual comenzaron a proliferar las formas de vida
pluricelulares, hace 530-540 millones de años.
Desde la explosión cámbrica se han
registrado cinco grandes extinciones en masa. La última extinción
masiva tuvo lugar hace aproximadamente 65 millones de años, cuando
probablemente el choque de un meteorito causó la extinción de
los dinosaurios y otros grandes reptiles, pero no la de los
animales pequeños como los mamíferos, que por aquel entonces se asemejaban
a las musarañas. A lo largo de los 65 millones de años siguientes, los
mamíferos se diversificaron.
Hace varios millones de años, una
especie de pequeño mono africano adquirió la habilidad para ponerse de
pie. El advenimiento posterior de la vida humana y el desarrollo de
la agricultura y, más tarde, de la civilización, permitió a los
humanos repercutir en la Tierra más que cualquier otra forma de vida anterior,
en un lapso relativamente corto. Las acciones humanas influyen tanto en la
naturaleza como en la cantidad de las otras formas de vida, así como en el
clima global.
Una encuesta llevada a cabo por
el Museo Americano de Historia Natural en 1998, reveló que el
70% de los biólogos veían la era actual como parte de una acontecimiento de
extinción masiva, la extinción masiva del Holoceno, que sería la más
rápida de todas las conocidas. Algunos expertos, como E. O. Wilson, de
la Universidad Harvard, predicen que la destrucción humana de
la biosfera podría causar la extinción de la mitad de todas las
especies en los próximos 100 años. No obstante, el alcance de esta
extinción actual está aún siendo investigado, discutido y calculado por
biólogos.
LOS ECOSISTEMAS
El ecosistema es
un sistema dinámico relativamente autónomo, formado por una comunidad natural y
su ambiente físico. El concepto, que empezó a desarrollarse entre 1920 y 1930,
tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos (plantas,
animales, bacterias, algas, protozoos y hongos, entre otros) que forman la
comunidad y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.
Ecosistema de una ciudad |
Todas las formas
de vida tienen la necesidad de relacionarse con el entorno en que viven, y
también con otras formas de vida. En el siglo XX, esta premisa dio lugar al
concepto de ecosistema, que
se pueden definir como cualquier situación en la que hay una interacción entre
organismos y su entorno. Los ecosistemas constan de factores bióticos y abióticos que funcionan de manera interrelacionada. Los factores más importantes de un ecosistema
son: suelo, atmósfera, radiación solar, agua y organismos vivos. Cada organismo
vivo tiene una relación continua con todos los demás elementos de su entorno.
Dentro del ecosistema, las especies se relacionan y dependen unas de otras en
la llamada cadena alimentaria, e
intercambian materia y energía tanto entre ellas mismas como como con su
entorno. Michael Pidwirny, en su libroFundamentals of Physical Geography,
describe el concepto así:
"Los
ecosistemas son entidades dinámicas compuestas por una comunidad biológica y un
entorno abiótico. La composición abiótica y biótica de un ecosistema y su
estructura viene determinada por el estado de una cantidad de factores del
medio relacionados entre sí. Cualquier cambio en alguno de estos factores (por
ejemplo: disponibilidad de nutrientes, temperatura, intensidad de la luz,
densidad de población de una especie...) resultará en cambios dinámicos en la
naturaleza de estos sistemas. Por ejemplo, un incendio en un bosque caducifolio
templado cambia completamente la estructura de ese sistema. Ya no hay árboles
grandes, la mayor parte de los musgos, hierbas y arbustos que poblaban el suelo
del bosque han desaparecido y los nutrientes almacenados en la biomasa se
liberan rápidamente al suelo, a la atmósfera y al sistema hidrológico. Después
de un corto periodo de recuperación, la comunidad que antes eran grandes
árboles maduros, ahora se ha convertido en una comunidad de hierbas, especies
herbáceas y plántulas".
Ecosistemas acuáticos. |
Todas las especies
tienen límites de tolerancia a los factores que afectan a su supervivencia, su
éxito reproductivo y su capacidad de continuar creciendo e interactuando de
forma sostenible con el resto de su entorno. Éstas a su vez pueden influir en
estos factores, cuyas consecuencias pueden extenderse a otras muchas especies o
incluso a la totalidad de la vida. El concepto de ecosistema es, por tanto, un
importante objeto de estudio, ya que dicho estudio nos proporciona la
información necesaria para tomar decisiones sobre cómo la vida humana puede
interactuar de manera que permita a los variados ecosistemas un crecimiento
sostenido con vistas al futuro, en vez de expoliarlos. Para tal estudio se toma
una unidad más pequeña llamada microecosistema.
Por ejemplo, un ecosistema puede ser una piedra con toda la vida que alberga.
Un macroecosistema podría comprender una ecorregión entera, con su cuenca hidrográfica.
Ecosistemas terre |
Los ecosistemas
siguientes son ejemplos de los que actualmente están sometidos a estudio
intensivo:
·
“ecosistemas continentales”, como “ecosistemas de
bosque”, “ecosistemas de pradera” como estepas o sabanas),
o agro-ecosistemas, sistemas en aguas interiores, que a su vez se
subdividen en lénticos (lagos o estanques) y lóticos (ríos) ecosistemas oceánicos".
Se puede realizar
otra clasificación de los ecosistemas atendiendo a sus comunidades, como en el
caso de un ecosistema
humano. La clasificación más amplia (sometida hoy a un amplio
estudio y análisis, y también objeto de discusiones sobre su naturaleza y
validez) es la del conjunto entero de la vida del planeta vista como un único
organismo, la conocida como hipótesis de Gaia.
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